lunes, 29 de diciembre de 2008

LA BIOÉTICA, OTRA GRAN UTOPÍA

LA BIOÉTICA, OTRA GRAN UTOPÍA
Ensayo

Homo hominis lupus.
(El hombre es para el hombre un lobo)
Tito Maccio Plauto.

Han transcurrido alrededor de 2.200 años de haberse acuñado esta máxima y la condición humana no ha cambiado mucho, a pesar de los esfuerzos hechos, desde diferentes perspectivas, para que el hombre sea más “humano”. Ante esto cabe preguntarse: ¿Será posible lograrlo en nuestro tiempo? ¿Primarán algún día los intereses generales sobre los particulares? ¿Tendrá la Bioética el campo abonado para su desarrollo, en un entorno globalizado, mediatizado por políticas de privatización dirigidas por grandes conglomerados económicos internacionales e implementadas por los gobiernos de turno? En el presente escrito se pretende, al menos, responder al último interrogante, que es el motivo del mismo.


La perspectiva que se vislumbra, para la puesta en práctica de los principios de la Bioética, es muy oscura si se tiene en cuenta que el aspecto económico se ha convertido en elemento posibilitador de la felicidad en cuanto a que, como promovedor del consumismo, se constituye en factor indispensable o condición sine qua non, para la consecución de los satisfactores mínimos de las necesidades que tenemos para gozar de una existencia digna o, al menos, sobrevivir. Quedan atrás, debido a esta visión, los problemas primarios planteados por la Bioética, ante la incidencia de la tecnología en nuestras vidas y que generaron esta forma de reflexión sobre los mismos, en la década de los setentas, ya que, si miramos más al fondo el principal actor- el hombre-, es quien decide las formas de comportamiento que hacen posible la convivencia pacífica y con ello, una gran cantidad de condiciones promotoras de la dignidad humana, fin último de los principios de la Bioética. Éstos, acogiendo la tendencia norteamericana como ejemplo, tienen un campo supremamente árido para su desarrollo, debido a la propensión globalizadora. La aldea global, promovida por la tecnología de punta en las comunicaciones se ha convertido, por los grandes capitales internacionales en la sala de negocios y como tal, en el medio para aumentar las ganancias de unos cuantos y el empobrecimiento de la gran mayoría. Si la no maledicencia obliga a no hacerle daño o mal al otro, se puede soslayar su cumplimiento desde el punto de vista de la transacción, lo que implica que las leyes económicas no consideren malo el obtener ganancias extraordinarias con la pauperización de las grandes masas, a quienes van cercando con prácticas como el monopolio que no da margen a las pequeñas empresas, que al final trabajan para aquellos o por la competencia desleal dejan de existir ocasionando con ello más desempleo. Las pretensiones del principio de beneficencia se dan en contravía dado que nadie, contra su voluntad, decidirá que no quiere tener empleo, acceder a los servicios de salud, educación, recreación y vivienda, necesidades básicas difíciles de satisfacer en un mundo cada vez más metalizado y que obliga a tener, sin importar los medios, la mayor cantidad posible de dinero ya que éste es el medio por el cual se pueden cubrir aquellas. Esto sin tener en cuenta que en los países subdesarrollados- lo de países en vía de desarrollo es un eufemismo-, tales servicios, en cuanto obligaciones del estado, son recortados cada vez más a favor de la privatización, que según el capitalismo salvaje o neoliberalismo, es la que presta mejores servicios. Pero ¿A costa de qué? Pues a costa del alza onerosa de éstos si se los quiere tener o a prescindir de ellos como debe hacerlo la mayoría de la población. En cuanto a la autonomía,- si se tiene en cuenta que los países antes citados dependen económicamente de las potencias y de los grupos trasnacionales-, es casi imposible que se practique. En este aspecto cabe tener en cuenta como ejemplo, que viene como anillo al dedo, a nuestro país y sus planes de ajuste fiscal, tema muy discutido por cierto, el cual está encaminado a asegurar el pago del capital y los intereses del “servicio” económico o dinero que le prestan el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial o el Banco Interamericano de reconstrucción y Desarrollo, por medio del incremento en las tarifas de los servicios públicos, el aumento en las edades y la disminución de los porcentajes a las pensiones de jubilación,- para no pagar pensiones debido a la inminente muerte del pensionado por su edad-, la legalización de la esclavitud de los trabajadores con el salario mínimo, la contratación a destajo, la racionalización del gasto público que no es más que desempleo, hacinamiento de estudiantes en las aulas, disminución de la calidad de la educación por el recorte en la intensidad horaria de los programas educativos, con el único objetivo de hacer sobrar maestros y liberarlos para su traslado ahorrando dinero con la congelación de plazas docentes y poder, de esta manera, pagar los intereses a las entidades ya citadas que sugieren tales medidas, so pena de no hacer préstamos si no hay voluntad para implementarlas. Con esto se ve claramente que si el gobierno de un país, que en su carta magna establece la obligatoriedad,- por parte del estado-, de proteger y brindar los servicios públicos, no puede ser autónomo, los ciudadanos menos podrán serlo ya que se les chantajea para que implementen y hagan cumplir tales sugerencias. Aún flotan en el aire las palabras de un alto funcionario de salud que ante el problema económico de una institución hospitalaria, expresa la solución definitiva: saquen a quinientos empleados y les damos el dinero que necesitan. Y en este mismo orden se proponen los convenios de desempeño a las entidades departamentales: reduzcan la nómina de empleados y les hacemos el préstamo que tendrán que pagar, si no cumplen con las perspectivas que se plantean. Lo relacionado con el principio de justicia, que implica la equidad en la repartición de bienes y recursos y en la sanción a los corruptos, como es el caso de la expropiación de tierras a indígenas para la explotación del petróleo por las multinacionales y los grandes peculados en el Congreso y la Cámara, o a quienes dentro del gobierno realizan contratos fraudulentos para su beneficio o el de sus familiares y amigos, es casi imposible de cumplir puesto que a todo ello se lo cubre con una capa de silencio, después de las denuncias, o se calla a quien las hace con la amenaza o la muerte; o como en nuestro caso, se propone un referendo que es como una cortina de humo con la misma finalidad.


¿Qué futuro le espera a la Bioética en cuanto al desarrollo positivo y tangible de sus principios o a la consecución de sus objetivos? Se puede pensar que será otra gran utopía como la de Zamenhof, con su pretensión de unir a los ciudadanos del mundo estableciendo el código lingüístico universal llamado Esperanto.

Fernando Bedoya Londoño
Segundo semestre del 2.000

LA PUNTUACIÓN

LA PUNTUACIÓN



Se denominan SIGNOS DE PUNTUACIÓN una serie de elementos gráficos que hacen posible identificar, en los escritos, las pausas que hacemos en los actos de habla, para organizar nuestras ideas o, semánticamente, reconocer las relaciones que se dan entre éstas al interior del texto. A pesar de que carecen de significado, al igual que las preposiciones,- llamadas conectores en la Gramática del texto-, son los que, con éstas, posibilitan la cohesión y coherencia en los escritos. Tales elementos son: el punto, el punto seguido, el punto aparte, el punto final, la coma, el punto y coma, los dos puntos, los puntos suspensivos, el paréntesis, la raya, el guión, las comillas y los signos de interrogación y exclamación o admiración. Pero ¿cómo utilizarlos de manera correcta? ¿Cómo saber si es una coma o un punto y como lo que debemos utilizar en un momento determinado? En el siguiente párrafo y de una manera sencilla se tratará de responder a los anteriores interrogantes.


En general el punto nos indica el final de una oración, un párrafo o un escrito; nos dice que se ha terminado de desarrollar un pensamiento o una idea. Si separa las oraciones al interior de un párrafo, será punto seguido; si separa dos párrafos, estaremos ante un punto aparte y si con él se concluye, termina, un texto, se denomina punto final. Es de anotar además, desde la perspectiva semántica, que el punto seguido separa oraciones que tratan un mismo tema o lo complementan; el punto aparte separa párrafos que desarrollan una misma temática y el punto final cierra el desarrollo de ésta.

La coma, desde el punto de vista fonético, nos dice que debemos hacer una pausa y elevar la voz; igualmente se la utiliza para separa elementos relacionados o complementarios, para evitar confusiones. El punto y coma separa oraciones cuyo significado es muy similar,- para enfatizar o dar mayor validez a nuestros argumentos o ideas-, o muy cercano,-para dar mayor claridad-.También se utiliza para separar ideas relacionadas con el mismo tema; los llamados dos puntos nos pueden indicar que: se ha saludado y se seguirán expresando agradecimiento, motivos o peticiones; se introducirá una cita textual, caso en el cual se empezará con mayúscula; se dará una lista de elementos. También se los utiliza en decretos, solicitudes y descripción de exposiciones artísticas u otras; los puntos suspensivos indican una interrupción del mensaje; el paréntesis se introduce en el texto para hacer una aclaración que podría constituir, por si sola, una oración; la raya, es un signo equivalente al paréntesis y se usa para indicar el cambio de interlocutor en los diálogos o dar explicaciones; el guión se usa al final de la línea cuando no cabe una palabra entera y se separa por sílabas y también entre palabras compuestas; con las comillas se destacan citas textuales, palabras importantes según quien escribe y voces de otros idiomas. En cuanto a los signos de interrogación y exclamación, se puede decir que obedecen a necesidades como la de preguntar, el primero, y a ordenar o demostrar alegría, el segundo.


De acuerdo con lo explicado, anteriormente, podemos concluir que:
1º Los signos de puntuación son: el punto, con sus tres usos; el punto y coma, los dos puntos, la coma y los signos de interrogación y admiración o exclamación.
2° Los signos de puntuación son elementos formales que nos permiten organizar lógicamente nuestras ideas y matizar la lectura por medio de diferentes formas de pausas, para hacerla amena.

3° Sus grafías, en el orden mencionado son: ( . ), ( , ), ( ; ), ( : ), ( ...), ( ), ( _ ), ( - ),
( “ “), ( ¿? ) y ( ¡! ) .

Marzo de 2000
Fernando Bedoya Londoño

DE LA LECTURA A LA COMPRENSIÓN

Apartándome un poco de la línea que sigue el blog en el día de hoy presentaré un texto,escrito para mis estudiantes a compañeros de trabajo hace algunos años pero de plena vigencia, relacionado con otro de los grandes problemas actuales: la comprensión de lectura y con ello, las herramientas para una buena escritura.

DE LA LECTURA A LA COMPRENSIÓN

Desde la perspectiva de los nuevos lineamientos frente a la lectura, como un proceso de aprehensión de las ideas contenidas en los textos,- considerados como sistemas de significación-, se la debe asumir, ya no como una mera “decodificación” o acercamiento al texto, sino como un procedimiento que nos permite reconocer una serie de fundamentos que la hacen posible. Elementos como las ideas o informaciones,- de primer y segundo nivel-, las presuposiciones, el contexto, la unidad temática, el desarrollo de conceptos o definiciones, la deixis,- personal, temporal y local-, las informaciones adicionales, la cohesión,- organización formal de la misma-, la coherencia,- organización semántica o significativa de aquella-, y las referencias,- anafóricas, endofóricas, y exofóricas-, nos permiten, si hacemos uso de ellos, expresar nuestra forma de pensar de una manera clara y precisa o conocer, de igual forma, la de los demás.

De acuerdo con lo descrito en el párrafo anterior y de manera objetiva, se pueden ubicar en él todos los elementos enunciados así:
1°- Ideas o informaciones de primer y segundo nivel;
La lectura, un proceso que nos permite reconocer una serie de fundamentos que la hacen posible”; “Los textos son considerados como sistemas de significación”; “La lectura ya no es una mera decodificación o acercamiento al texto”.

2°- Presuposiciones,- conocimientos, palabras, conceptos, que quien escribe supone son conocidos por el lector- y que en nuestro caso son:
Sistemas de significación; decodificación; fundamentos; deixis; cohesión; coherencia; referencias anafóricas, endofóricas, y exofóricas; contexto.

3°- Contexto o temática, lo que en nuestro caso es la fundamentación para la comprensión de lo que se lee.

4°- Unidad temática o circunstancia por la cual solamente se habla de lo concerniente a la forma de acceder a la comprensión de la lectura.

5°- El desarrollo de conceptos o definiciones, que se hace posible por todas las explicaciones y/o ejemplos que se dan, de manera lógica. En lo que nos ocupa, todo lo que se ha dicho o se dirá en los numerales.

6°- Deixis personal, perspectiva o punto de vista desde el que se “habla” y que en este texto es impersonal; deixis local o lugar desde donde se lo hace y el que, al igual que lo anterior, es indeterminado; deixis temporal o tiempo cronológico o verbal en que se habla y del cual se puede decir que es en el presente indicativo.

7°- Informaciones adicionales que pueden ser ideas, ejemplos o datos que sirven como apoyo a las ideas o planteamientos centrales. Aquí pueden considerarse como tales, la clasificación de la deixis y de las referencias, las definiciones que se han dado sobre cohesión y coherencia, al igual que toda la serie de explicaciones que, por la metodología, se han debido hacer en este escrito.
8°- Cohesión, explicable desde el punto de vista de la organización formal del texto, en cuanto a que se obedece a unas reglas que nos dicen de qué manera se deben “ordenar” las palabras según sus categorías o funciones como los sustantivos lectura, comprensión y procedimiento alrededor de los cuales se integran,- de manera lógica-, los verbos deber , asumir, permitir, reconocer y hacer, al igual que otras clases de palabras o mecanismos como preposiciones, de; en; sino; desde; adverbios como ya y otras formas de expresión.

9° Coherencia, entendida como una forma de estructura semántica o de significación que,- apoyada en la anterior-, nos permite expresar nuestras ideas, pensamientos, conceptos o visión del mundo, sin que se den contradicciones al interior de los enunciados. Por esto se dice de manera clara y objetiva que la Lectura, ya no es la misma, ya no es aquel proceso casi intuitivo, de otros tiempos y otras teorías, es un proceso sistemático en el que se involucran una gran cantidad de conocimientos aplicados de manera consciente.

10°- Referencias o formas de aludir a elementos ya nombrados para evitar la repetición, que hace pesado o cansón el texto y de las cuales podemos citar las:
Anafóricas: pronombres personales, posesivos, demostrativos, artículos y dativos, que remplazan al elemento ya nombrado y debe retomarse. En el texto las expresiones se la; la hacen; la misma y aquella, se refieren a la lectura; ellos, se refiere a los fundamentos o elementos; endofóricas, expresadas por medio de frases, para hacer alusión a algo ya dicho dentro del texto. Por ejemplo, la expresión de igual forma, se refiere a manera clara y precisa. Y exofóricas si aluden a elementos fuera del texto, como es el caso de la expresión la de los demás, que nos hace pensar en las ideas que al respecto tienen otras personas que no se nombran en éste y la enunciación de los nuevos lineamientos, que nos remite a fundamentos teóricos descritos en las obras de carácter lingüístico que se ocupan de la lectura. Los anteriores son sólo unos pocos ejemplos, ya que si revisamos lo explicado en los numerales, encontraremos muchos más.

Lo anteriormente dicho es sólamente la fundamentación primaria,- ya que son muchos más los elementos y mecanismos-, para acceder a la comprensión textual y de carambola, a la producción escrita, dado que comprensión y elaboración de textos son las dos caras de una misma moneda y la lectura, concebida en los términos en los que se ha hecho, debe impulsarnos a escribir continuamente.

Fernando Bedoya Londoño
Docente Lengua Castellana
Inst. Educ.San Francisco de Asís, octubre de 2.004.

martes, 23 de diciembre de 2008

DE LA LECTURA A LA COMPRENSIÓN

Hoy me saldré un poco de la línea del blog, hablaré de un tema muy interesante y del cual depende nuestra forma de acceder a los textos escritos. Para ello haré uso de un artículo que escribí hace, algunos años, para mis estudiantes y compañeros de trabajo.


DE LA LECTURA A LA COMPRENSIÓN

Desde la perspectiva de los nuevos lineamientos frente a la lectura, como un proceso de aprehensión de las ideas contenidas en los textos,- considerados como sistemas de significación-, se la debe asumir, ya no como una mera “decodificación” o acercamiento al texto, sino como un procedimiento que nos permite reconocer una serie de fundamentos que la hacen posible. Elementos como las ideas o informaciones,- de primer y segundo nivel-, las presuposiciones, el contexto, la unidad temática, el desarrollo de conceptos o definiciones, la deixis,- personal, temporal y local-, las informaciones adicionales, la cohesión,- organización formal de la misma-, la coherencia,- organización semántica o significativa de aquella-, y las referencias,- anafóricas, endofóricas, y exofóricas-, nos permiten, si hacemos uso de ellos, expresar nuestra forma de pensar de una manera clara y precisa o conocer, de igual forma, la de los demás.

De acuerdo con lo descrito en el párrafo anterior y de manera objetiva, se pueden ubicar en él todos los elementos enunciados así:
1°- Ideas o informaciones de primer y segundo nivel;
“La lectura, un proceso que nos permite reconocer una serie de fundamentos que la hacen posible”; “Los textos son considerados como sistemas de significación”; “La lectura ya no es una mera decodificación o acercamiento al texto”.

2°- Presuposiciones,- conocimientos, palabras, conceptos, que quien escribe supone son conocidos por el lector- y que en nuestro caso son:
Sistemas de significación; decodificación; fundamentos; deixis; cohesión; coherencia; referencias anafóricas, endofóricas, y exofóricas; contexto.

3°- Contexto o temática, lo que en nuestro caso es la fundamentación para la comprensión de lo que se lee.

4°- Unidad temática o circunstancia por la cual solamente se habla de lo concerniente a la forma de acceder a la comprensión de la lectura.

5°- El desarrollo de conceptos o definiciones, que se hace posible por todas las explicaciones y/o ejemplos que se dan, de manera lógica. En lo que nos ocupa, todo lo que se ha dicho o se dirá en los numerales.

6°- Deixis personal, perspectiva o punto de vista desde el que se “habla” y que en este texto es impersonal; deixis local o lugar desde donde se lo hace y el que, al igual que lo anterior, es indeterminado; deixis temporal o tiempo cronológico o verbal en que se habla y del cual se puede decir que es en el presente indicativo.

7°- Informaciones adicionales que pueden ser ideas, ejemplos o datos que sirven como apoyo a las ideas o planteamientos centrales. Aquí pueden considerarse como tales, la clasificación de la deixis y de las referencias, las definiciones que se han dado sobre cohesión y coherencia, al igual que toda la serie de explicaciones que, por la metodología, se han debido hacer en este escrito.
8°- Cohesión, explicable desde el punto de vista de la organización formal del texto, en cuanto a que se obedece a unas reglas que nos dicen de qué manera se deben “ordenar” las palabras según sus categorías o funciones como los sustantivos lectura, comprensión y procedimiento alrededor de los cuales se integran,- de manera lógica-, los verbos deber , asumir, permitir, reconocer y hacer, al igual que otras clases de palabras o mecanismos como preposiciones, de; en; sino; desde; adverbios como ya y otras formas de expresión.

9° Coherencia, entendida como una forma de estructura semántica o de significación que,- apoyada en la anterior-, nos permite expresar nuestras ideas, pensamientos, conceptos o visión del mundo, sin que se den contradicciones al interior de los enunciados. Por esto se dice de manera clara y objetiva que la Lectura, ya no es la misma, ya no es aquel proceso casi intuitivo, de otros tiempos y otras teorías, es un proceso sistemático en el que se involucran una gran cantidad de conocimientos aplicados de manera consciente.

10°- Referencias o formas de aludir a elementos ya nombrados para evitar la repetición, que hace pesado o cansón el texto y de las cuales podemos citar las:
Anafóricas: pronombres personales, posesivos, demostrativos, artículos y dativos, que remplazan al elemento ya nombrado y debe retomarse. En el texto las expresiones se la; la hacen; la misma y aquella, se refieren a la lectura; ellos, se refiere a los fundamentos o elementos; endofóricas, expresadas por medio de frases, para hacer alusión a algo ya dicho dentro del texto. Por ejemplo, la expresión de igual forma, se refiere a manera clara y precisa. Y exofóricas si aluden a elementos fuera del texto, como es el caso de la expresión la de los demás, que nos hace pensar en las ideas que al respecto tienen otras personas que no se nombran en éste y la enunciación de los nuevos lineamientos, que nos remite a fundamentos teóricos descritos en las obras de carácter lingüístico que se ocupan de la lectura. Los anteriores son sólo unos pocos ejemplos, ya que si revisamos lo explicado en los numerales, encontraremos muchos más.

Lo anteriormente dicho es sólamente la fundamentación primaria,- ya que son muchos más los elementos y mecanismos-, para acceder a la comprensión textual y de carambola, a la producción escrita, dado que comprensión y elaboración de textos son las dos caras de una misma moneda y la lectura, concebida en los términos en los que se ha hecho, debe impulsarnos a escribir continuamente.

Fernando Bedoya Londoño
Docente Lengua Castellana
Inst. Educ.San Francisco de Asís, octubre de 2.004.

DE LA LECTURA A LA COMPRENSIÓN

Hoy me saldré un poco de la línea del blog, trataré un tema muy importante dado que quien sabe leer, debe saber escribir; es un artículo que escribí para mis estudiantes y compañeros hace unos años pero que no pierde vigencia.

DE LA LECTURA A LA COMPRENSIÓN

Desde la perspectiva de los nuevos lineamientos frente a la lectura, como un proceso de aprehensión de las ideas contenidas en los textos,- considerados como sistemas de significación-, se la debe asumir, ya no como una mera “decodificación” o acercamiento al texto, sino como un procedimiento que nos permite reconocer una serie de fundamentos que la hacen posible. Elementos como las ideas o informaciones,- de primer y segundo nivel-, las presuposiciones, el contexto, la unidad temática, el desarrollo de conceptos o definiciones, la deixis,- personal, temporal y local-, las informaciones adicionales, la cohesión,- organización formal de la misma-, la coherencia,- organización semántica o significativa de aquella-, y las referencias,- anafóricas, endofóricas, y exofóricas-, nos permiten, si hacemos uso de ellos, expresar nuestra forma de pensar de una manera clara y precisa o conocer, de igual forma, la de los demás.

De acuerdo con lo descrito en el párrafo anterior y de manera objetiva, se pueden ubicar en él todos los elementos enunciados así:
1°- Ideas o informaciones de primer y segundo nivel;
“La lectura, un proceso que nos permite reconocer una serie de fundamentos que la hacen posible”; “Los textos son considerados como sistemas de significación”; “La lectura ya no es una mera decodificación o acercamiento al texto”.

2°- Presuposiciones,- conocimientos, palabras, conceptos, que quien escribe supone son conocidos por el lector- y que en nuestro caso son:
Sistemas de significación; decodificación; fundamentos; deixis; cohesión; coherencia; referencias anafóricas, endofóricas, y exofóricas; contexto.

3°- Contexto o temática, lo que en nuestro caso es la fundamentación para la comprensión de lo que se lee.

4°- Unidad temática o circunstancia por la cual solamente se habla de lo concerniente a la forma de acceder a la comprensión de la lectura.

5°- El desarrollo de conceptos o definiciones, que se hace posible por todas las explicaciones y/o ejemplos que se dan, de manera lógica. En lo que nos ocupa, todo lo que se ha dicho o se dirá en los numerales.

6°- Deixis personal, perspectiva o punto de vista desde el que se “habla” y que en este texto es impersonal; deixis local o lugar desde donde se lo hace y el que, al igual que lo anterior, es indeterminado; deixis temporal o tiempo cronológico o verbal en que se habla y del cual se puede decir que es en el presente indicativo.

7°- Informaciones adicionales que pueden ser ideas, ejemplos o datos que sirven como apoyo a las ideas o planteamientos centrales. Aquí pueden considerarse como tales, la clasificación de la deixis y de las referencias, las definiciones que se han dado sobre cohesión y coherencia, al igual que toda la serie de explicaciones que, por la metodología, se han debido hacer en este escrito.
8°- Cohesión, explicable desde el punto de vista de la organización formal del texto, en cuanto a que se obedece a unas reglas que nos dicen de qué manera se deben “ordenar” las palabras según sus categorías o funciones como los sustantivos lectura, comprensión y procedimiento alrededor de los cuales se integran,- de manera lógica-, los verbos deber , asumir, permitir, reconocer y hacer, al igual que otras clases de palabras o mecanismos como preposiciones, de; en; sino; desde; adverbios como ya y otras formas de expresión.

9° Coherencia, entendida como una forma de estructura semántica o de significación que,- apoyada en la anterior-, nos permite expresar nuestras ideas, pensamientos, conceptos o visión del mundo, sin que se den contradicciones al interior de los enunciados. Por esto se dice de manera clara y objetiva que la Lectura, ya no es la misma, ya no es aquel proceso casi intuitivo, de otros tiempos y otras teorías, es un proceso sistemático en el que se involucran una gran cantidad de conocimientos aplicados de manera consciente.

10°- Referencias o formas de aludir a elementos ya nombrados para evitar la repetición, que hace pesado o cansón el texto y de las cuales podemos citar las:
Anafóricas: pronombres personales, posesivos, demostrativos, artículos y dativos, que remplazan al elemento ya nombrado y debe retomarse. En el texto las expresiones se la; la hacen; la misma y aquella, se refieren a la lectura; ellos, se refiere a los fundamentos o elementos; endofóricas, expresadas por medio de frases, para hacer alusión a algo ya dicho dentro del texto. Por ejemplo, la expresión de igual forma, se refiere a manera clara y precisa. Y exofóricas si aluden a elementos fuera del texto, como es el caso de la expresión la de los demás, que nos hace pensar en las ideas que al respecto tienen otras personas que no se nombran en éste y la enunciación de los nuevos lineamientos, que nos remite a fundamentos teóricos descritos en las obras de carácter lingüístico que se ocupan de la lectura. Los anteriores son sólo unos pocos ejemplos, ya que si revisamos lo explicado en los numerales, encontraremos muchos más.

Lo anteriormente dicho es sólamente la fundamentación primaria,- ya que son muchos más los elementos y mecanismos-, para acceder a la comprensión textual y de carambola, a la producción escrita, dado que comprensión y elaboración de textos son las dos caras de una misma moneda y la lectura, concebida en los términos en los que se ha hecho, debe impulsarnos a escribir continuamente.

Fernando Bedoya Londoño
Docente Lengua Castellana
Inst. Educ.San Francisco de Asís, octubre de 2.004.